Premio a la estupidez

Hoy, domingo 31 de octubre de 2010, estando disfrutando del puente de “Los Santos” en compañía de mi familia, cae en mis manos el calendario de competiciones de éstas nuestras queridas provincia de Toledo y región de Castilla La Mancha.
Compruebo, con estupor, que se condena, a los jugadores a resolver toda la temporada concentrada en cuatro meses.
Como, habitualmente no sé ni en el día que vivo, me he permitido mirar un calendario y constatar con total sorpresa que el año tiene doce meses.
Por otro lado debo confesar que también me gustan otros deportes como el fútbol, el baloncesto, el balonmano. También he caído en la cuenta que llevo disfrutando de ellos más o menos dos meses y, a la vez, he caído en la cuenta de que son esos mismos meses los que llevo sin disfrutar de mi deporte favorito, el ajedrez.
Todas las temporadas deportivas empiezan más o menos en septiembre y terminan más o menos en Junio. Creo que por eso se denominan 2009-10, 2010-11, 2011-12 y así hasta que queramos. Parece que es así desde hace años y es compartido por casi todo el mundo.
Pero ya está bien de tópicos, menos mal que en Toledo y en Castilla La Mancha, tenemos mentes preclaras que saben romper con los tiempos y con las tradiciones y han sabido ver que una temporada deportiva debe comenzar en enero y terminar en septiembre. ¡Qué se enteren los demás y aprendan! ¡¿Es que nadie había caído en la cuenta de que un deportista necesita descansar cuantos más meses mejor?!
Los jugadores, agradeciendo infinitamente todos los desvelos de nuestros dirigentes federativos, deberíamos solicitar a la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha la creación de un galardón que premiara esta gestión. Yo lo llamaría “Premio anual al dirigente deportivo más estúpido”.
Aunque, pensándolo bien, no sería justo. Los demás dirigentes de los demás deportes no tendrían opción, el premio siempre se lo llevaría el ajedrez.
Miguel Ángel Alonso